Sobre Mi
Siempre quise ser compositor, no cantante, sino compositor. Afortunadamente, cada uno de nosotros nace con una persona asignada que en nuestra inmadurez nos ayuda a ver nuestros recursos más claros. Para mí, fue mi hermano Eli. Es el mayor de doce y siempre se aseguraba de que todos estuviéramos bien. Pero, por alguna razón divina, se tomo la carga de ayudarme con mi carrera.
Recuerdo mostrarle mis canciones y siempre supe cuándo le encantaba porque me miraba con certeza y al día siguiente la tocaba en el piano y me hacía preguntas al respecto y le daba demasiada importancia. Cuando no estaba tan impresionado, lo sabía y volvía a trabajar en la canción, hasta que me diera la certeza de que le encantaba.
Recuerdo haberle preguntado "¿Quién crees que podría cantar estas canciones?" Su respuesta muy amable y sarcástica a la vez: "Tú". Recuerdo pensar qué no quería, ni podía imaginarme cantando. ¡Yo era una vocalista de fondo! Estaba tan orgulloso de mi armonías cuando cantaba con mis hermanas. ¡Todas querían mis armonías y no estaba renunciando a eso.
Ahora que soy cantante y compositora en mi carrera, puedo decir honestamente que escribir es, por mucho, el oxígeno de esta carrera. Porque si no tuviera nada sobre qué escribir, ciertamente no tendría nada sobre lo que cantar. Cuando la gente me pregunta qué me inspira a escribir, sigo diciendo lo mismo que dije cuando escribí mi primera canción a los doce años, “La Vida". No hay nada mejor que vivir y poder expresarlo con palabras con una melodía de tres a cuatro minutos. (bueno, a veces cinco)
Cuando tenía 16 años empecé a escribir más y pensé que ya sabía todo y que las experiencias dolorosas que ya había pasado era lo máximo. Paso el tiempo y me di cuenta que no sabia nada! Cuando estamos confinados y vivimos en nuestro pequeño mundo de "problemas" y nos quejamos y lloramos por cualquier cosa que parezca estar fuera de nuestro pequeño mundo perfecto, no podemos magnificar nuestra mentalidad a algo más grande que una simple necedad.
Pero un día me convertí en una persona Internacional. Empecé a viajar por todo el mundo y cuando volvía a casa, nada parecía real. Regresaba de una gira larga y me daba cuenta de que era un necia, malherida y mis problemas en la vida real no se comparaban con los problemas que yo miraba de otros. fui testigo de humanos sin rumbo perdiendo sus vidas, hombres perdiendo a sus familias por falta de una mentalidad responsable. Mujeres que caen cada vez más profundamente en una depresión y personas que recurren al suicidio porque no tienen a dónde ir, y todos estos problemas que dejan niños en las calles sin esperanza y la ausencia de los padres.
Lo mas alto que vueles mas fuerte va a estar el viento, y a mi me gusta volar. Así que con el tiempo mis problemas empezaron a magnificarse y con cada golpe me daba cuenta que era una nueva gloria porque la tendencia de el empiezo y el termino de mi situación tenia el mismo patron, y lo único que si cambiaba era el nivel.
Cada golpe me quebró algo que necesitaba atención y la único manera era pasar por el dolor. Todo esto me sacudió y el único testigo de mi proceso fue el crisol que me despertó y nunca me volvió a dejar dormir.
-Annette